La Noche de los Bingos Vivientes (parte 2)

¿ Que què pasò ?
Eh....Este...Bueno...Prosigamos con el post !

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[ Fast forward hasta la hora del bingo ]

Se podía sentir en el aire lo elegante del ambiente en el casino los patos de la UdeC, bandas de jazz en vivo, señoras y caballeros vestidos al más puro estilo de locos años 20, los más finos platos de gourmé... Mentiría si les dijera que no nos sentíamos fuera de lugar, porque sí nos sentíamos. En ese momento ya estaba cuestionando mi decisión de haber ido en pijamas. 

                                                          
                                                    Hay un momento y un lugar para todo....

La gente me miraba un tanto extrañada mientras novia oso y Konqueror se dejaban agasajar por el dedicado personal que atendía en el bingo. Yo permanecía ignorante de la sorpresa que me deparaba el destino...

- Hmmm...Papas fritas a $1000
- ¿No crees que ...?
- ¡HMMM....! ¡¡PAPAS FRITAS A $1000!! ¡TENTADOR!
- Yo los invito
-  Pero tenemos que dejar para mis cartones de Bingo, quiero irme sí o sí con un premio para la casa

[Nota Cultural.-]

Antes de continuar con la historia es necesario aclarar como funcionan los bingos: contrario a la idea general de que se llena un sólo cartón y se acaba el concurso, en realidad se hacen varios sorteos por cartón y en medio se hacen varios concursos tanto para alargar la velada como para dinamizar el asunto

[Fin de la Nota Cultural. Gracias]

-  A nadie le importan tus cartones. Compremos papas fritas y cuando se acaben compramos más papas fritas y cuando esas se acaben, ¡compramos más!
- ...
- ...
- ¡¡HECHO!!

Tras diez segundos de haber hecho el pedido ya no quedaban papas fritas.

Nos quedaban $4000, una noche por delante y ya habían comenzado a cantar los primeros números. El primer premio era un lingote de oro.

De más está decirles que yo no lo gané (sino no estaría escribiendo aquí) y honestamente no estoy envidioso, pero considero que la persona que lo obtuvo en realidad no lo merecía.

                                             Los millonarios ociosos son de lo peor                                                                                       

De todas maneras quedaban cinco premios restantes y en el poco rato que llevábamos allá ya la estábamos pasando de miedo...