¿Se han imaginado cómo sería ganar la lotería alguna vez?, ¿cómo sería recibir un gran premio de la nada? Yo creo que todos alguna vez nos hemos puesto a soñar despiertos, a pensar en qué gastar el dinero de un premio gordo. Mientras hay gente que se dedicaría a una vida hedonista y llena de lujos, otras personas pensarían ayudar a su familia y a sus seres queridos, otros dejarían de trabajar para dedicarse a algún hobby. La de hoy es una entrada especial, porque aquí les contaré sobre el día que cambió mi vida.
El viernes 9 de septiembre era una noche de tormenta en Concepción, en ese momento estaba en mi oficina dedicado de lleno a cumplir con mis obligaciones y lo último que se pasó por mi cabeza en ese entonces era que al día siguiente, y sin buscarlo, la dama fortuna iba a decidir llevarme en sus espaldas.
Konqueror (el tipo de verde que aparece en posts anteriores) decidió invitarme por msn a un bingo que se iba a realizar el día siguiente en el casino los patos de la UDEC. A mí no se me dan mucho las salidas (y por lo demás estaba ocupado), pero dado que no nos veíamos en mucho tiempo acepté, invité a Novia Oso y a Sham.
- ¿Y por qué me invitas a un Bingo? ¿Qué? ¿Espera, todavía se hacen esas cosas?
- Claro, son extrañamente adictivos, ¿sabes?
- ¿Y quiénes van a ir?
- La gente que tiene pequeñas almas de caballo.
- Ya veo, entonces vamos.
[Continuará...]
Nota: Que en esta historia no figuro para nada.
- ¿Y por qué me invitas a un Bingo? ¿Qué? ¿Espera, todavía se hacen esas cosas?
- Claro, son extrañamente adictivos, ¿sabes?
- ¿Y quiénes van a ir?
- La gente que tiene pequeñas almas de caballo.
- Ya veo, entonces vamos.
[Continuará...]
Nota: Que en esta historia no figuro para nada.