Pasò entonces que despuès de ver mis puntajes hice exactamente lo que muchos profesionales, expertos y/o como se les quiera llamar recomiendan precisamente no hacer: postular a pura mierda que no me interesaba en lo absoluto, sòlo por diversiòn. La verdad, dejè como segunda opciòn la carrera de quìmica y farmacia, pero a pesar de todo siempre supe que esa iba a ser tècnicamente la primera y ùnica opciòn que tendrìa jamàs, porque ya dije muchas veces que soy muy imbècil para ser psiquiatra (y con ciertos resultados quedò màs que demostrado).
Entonces, despuès de una serie de procesos desagradables que no quiero mencionar y mucho despuès de eso, el 12 de marzo, llegò el gran dìa que yo aceptarìa con mi dignidad siempre en alto, tal y como lo hacìa en el colegio.
Flashback del 11 de marzo
- ¡¡MAMÀ!! ¡¡MAMIIIIIIIII!! ¡¡MAMIIIIIII!! ¡¡SOCORROOOOOOO!!
- ¿Què pasò? ¿Estàs que mueres?
- ¿No quiere ir a dejarme a la Universidad? De preferencia me gustarìa que me lleve de la manito, como en kinder...
- Por Dios, hazte hombre...
- ¡¡NO QUIERO!!
Fin del Flashback
Y asì fue como pensè en que tenìa un dìa para hacerme la idea de que nadie me iba a llevar de la manito y que si me perdìa por ahì y no volvìa jamàs iba a ser asunto mìo, por lo que decidì asumir el 12 de marzo con completa calma ("¡¡NO QUIERO IR!! ¡¡¡¡¡¡¡HALLUDA!!!!!!").
Logrè la gran hazaña de sobrevivir ese dìa sin mayores problemas y los que seguìan, me perdì menos de lo que hubiera esperado (quiero decir, haber dado 3 vueltas en circulos frente a una facultad y que la sala que andaba buscando estuviera al frente no es nada comparado con otras cosas...) y conseguì perras para que me guìen cuando lo necesite, aùn asì, algo tìpico de las universidades es una tradiciòn que, aunque digan que es aburrido de mi parte y todo eso, me molesta mucho: el mechoneo (nota: esta aclaraciòn fue exclusiva para los alienìgenas que sè que leen mi blog).
¿Cuàl es el problema? Que como no ando dando vueltas por las redes sociales (porque esto es lo màs cerca que estoy de una red social) no podìa saber con exactitud cuando ocurrirìa, asì que decidì valientemente asistir a clases.
Dìa 1: Nada.
Dìa 2: Nada.
Dìa 3: Nada
Dìa 4: Todo normal, el profesor pasando la materia que debìa pasar, hasta que de la nada comienzan a golpear la puerta con violencia...
- ¡¡SALGAN MECHONES!! ¡¡¡SABEMOS QUE ESTÀN AHÌ!!!
Oh mierda, oh mierda, oh mierda...
Pensè en saltar una ventana, pero estaba muy alta como para huìr (en su momento se veìa pequeña). No habìa por donde salir, asì que decidì comportarme como la persona adulta que soy y enfrentar el mechoneo hacièndome pelotita en mi puesto.
Entró la gente tirando harina, agua, rayando y pintando caras (dependiendo si era mujer u hombre la persona. O ambas). Hasta ahì no habìa pasado nada serio. Luego comenzaron con juegos que en realidad no tenìa ganas de jugar con nadie y entre todos los gritos desenfadados de pronto aparece una figura de autoridad que obliga a salir de la sala a todos porque estaban ensuciando.
"Excelente", pensè y sin importarme si podìan darse cuenta o no avancè a los puestos de adelante y mientras todos salian en fila yo huì. Huì lo màs tranquilamente posible. Con mucha calma. Hasta no escuchar nada. En cuanto eso pasò mi cerebro grito "¡CORRÈ!" y recordarè aquel jueves como el dìa en que hice parkour como nadie hasta que apareciò una escalera salvaje e indomable, tropecè y caì.
Lleguè cojeando a la casa, pero conservaba mi dignidad todavìa.
Por si fuera poco, cuando ya todos habìan pensado que lo peor habìa pasado, al dìa siguiente volviò a repetirse la misma escena. Sin embargo, yo salì victoriosamente sin daño psicològico ni fìsico ni de ningùn tipo, gracias a mi esfuerzo
En fin, eso no va a ayudar a nadie a escaparse del mechoneo, pero yo salvarè a quien pueda salvar.
*Lo iba a contar la semana pasada, pero no se que pasò que no lo hice.