Pero, y, ¿a què se debe semejante ausencia, completamente reprochable y cuestionable por lo demàs? Ok, tal y como cierta persona mayor de edad y de identidad completamente secreta que yo nunca, pero nunca revelarìa en este blog podrà afirmar, he estado estudiando responsablemente durante estos dìas, y ¿para què? A estas alturas yo igual me pregunto lo mismo, ya que los resultados reflejados en las evaluaciones fueron completamente deficientes, pienso seriamente en hacerme el seppuku de forma muy artìstica, dejándo expuestos todos mis fracasos escolares alrededor de mi eventual cuerpo sin vida, además de exponerlos en las paredes de mi habitación...Según yo, dí mi mejor esfuerzo, no sé que pudo salir mal...(Advertencia de comentario interno: *ejem ejem* 24 de 41 *ejem ejem*).
Nevermind, no hago acto de presencia para relatar la historia de mis fracasos, no. Vengo con fino material de una dulce historia sobre como derrotè a un cerbero y...Esta bien, esta bien, esos duendes están obligandome a escribir la verdad. Maldición, no de nuevo... ¡Los maldigo, duendes, los maldigo!
No, tampoco combatì valientemente con un cerbero, como lo indìca el tìtulo de la entrada. Es màs, fue innumerables veces màs patètico que eso.
No se si lo habìa comentado en una oportunidad, pero siento una especie de respeto excesivo (¡¡temor!!) por la mayorìa de los animales. Lo màs crìtico de esta situaciòn serìan los insectos, lo cual es casi una fobia, pero cuando era màs pequeña, casi al mismo nivel se encontraban los perros. Sì, perros (¡tan solo miren como le desprende las entrañas a su par! ¡ATERRADOR!). El tiempo ha hecho su trabajo y el temor se ha disipado, pero no del todo. Sì, le tengo miedo a los perros, ya, eso, lo dije, por fin. Pero no a todos.
¿Cuàl es el punto de ello entonces?
Bien, sucede que el dìa lunes salì a eso de las 7.36am. del mio hogare, para dirigirme alegremente hacia la mia escuela. Todo bien, pero ¡HEY! ¿¡QUE ES ESO!? ¿¡¡QUE ES ESO QUE HAY EN EL PARADERO, EH!!? ¿¿¡QUE!??
"Es pequeño" pensè. "Inofensivo" pensè. "Incluso hasta se ve tierno" seguì pensando...Tìpico error, pues eso es lo que quieren que creamos.
Pequeño, tierno e inofensivo, pero era perro al fin y al cabo, lo que significa que en cualquier momento podìa decidirse a seguirme. Y entonces hice lo que cualquier persona en mi lugar hubiese hecho para evitar esa situaciòn: Cruzar la calle.
Y el perro me siguiò.
"Ya se va a aburrir" volvì a pensar. Asì es que caminè unas cuantas cuadras y volvì a cruzar la calle triunfantemente.
Y el perro me siguiò.
"Esta bien, al colegio no va a poder entrar, ademàs es pequeño, tierno e inofensivo" vaya que pensè en aquel momento.
Y entonces aparecieron dos perros en la dirección contraria. Que no eran ni tan tiernos, ni tan pequeños ni tan inofensivos.
Y entonces ambos perros comenzaron a seguir al perro principal, que por cierto me seguìa a mì.
Caminè. Acelerè el paso. Me di vuelta estratègicamente para corroborar que ni señales daban de querer dejar esa absurda persecusiòn. Acelerè màs el paso. Trotè. Me di vuelta estratègicamente para corroborar que aùn no les perdìa de vista. Trotè màs ràpido. Corrì.
Y ellos corrieron, persiguièndo al perro, que aùn me perseguìa.
Hasta que ocurriò lo peor: Me alcanzaron. Los tres. En serio. Entonces, valientemente hice lo que cualquier otro hubiese hecho en mi lugar...
Sì, corrì en cìrculos al feroz grito de "¡¡PUTOS ANIMALES!! ¡POR ESO ME LOS COMO! ¡PUTO DIOS! ¿¡POR QUÈ ME HACES ESTO!? ¡LOS MALDIGOOOOO! ¡¡AUXILIOOOO, TENGO MUCHO MIEDO!!". Pero nadie me ayudò. Quedè como una loca esquizofrènica. E incluso vì a algunos grabando con sus celulares (bueno, eso lo inventè, no tengo evidencia...Aùn...).
Y los perros se alejaron de mi tranquilamente como si nada hubiese pasado.
Moraleja: ¡Al demonio! ¡Los perros no son buenos! ¿Què no se dieron cuenta que en todo el camino trataron de ridiculizarme? Debemos detenerlos antes de que consigan conquistar el mundo ridiculizando gente...