Detuve la banda sonora en mi cabeza. Al llegar a casa, ya no me quedaba ningùn premio en el cual refugiarme. Lleguè a preguntarme si alguna vez habrìa tenido uno, si podrìa dominar tantas palabras, si podrìa mi mente albergar tantas cosas, tanto conocimiento, hasta hacerme vomitar.
Lleguè a preguntarme si podìa ser real.
Ya no se me antojaba volver a presionar el botòn de 'play'.
Al llegar a la casa me preguntè donde habìa estado durante tanto tiempo. No podìa creer que lloviò todo el dìa.
No podìa creerlo. Tan bàsico y tan simple. Asì es como se mueven mis dedos, asì es lo que escribo: Tan bàsico y tan simple...
Pero no pude evitarlo. No puedo resistirme a mi canciòn favorita.
Y ese mensaje...Ese tonto mensaje nunca fue para mì.
Siento el gusto de la culpa en toda mi humanidad. Se va a mis oìdos, mis ojos, mis manos, mi estòmago, mi boca...
Si no fuera una farsante, quizàs, hasta podrìa hacerme vomitar el almuerzo, aùn tibio (creo yo), con algunos trozos de carne, posiblemente; ingeridos hace no mucho.
2 comentarios:
You're right. Aunque a veces es muy difícil detener el soundtrack. Incluso a veces parece que se burla de ti, no te deja oír otras cosas, hasta el punto en que empiezas a detestarla, pero no puedes detestarla.
Yo digo.
Me dio un poquito de asquito... carne...
Eygueys, hola! =D
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